Mitos y Realidades de la Minería Transnacional
Entrega Final (4/4).
Por Jennifer Moore
Mito #10: Las empresas transnacionales se comportan
con responsabilidad social.
Si el marco legal es desfavorable o hay una fuerte
oposición a un proyecto minero, la corrupción, la violencia, la criminalización
y la desestabilización de organizaciones pueden imponerse. Las empresas mineras
son las transnacionales con mayor experiencia en el testaferrato.
Ejemplo: Según un informe de la Defensoría del
Pueblo de Perú sobre el Proyecto Río Blanco en el noreste del departamento de
Piura, la presencia de la minera en las tierras de las comunidades campesinas
se considera ilegal en razón de que no ha sido aprobada por dos tercios de las
asambleas de las comunidades campesinas en donde la empresa tiene sus
concesiones mineras. Además las comunidades se expresaron fuertemente en contra
del proyecto minero durante una consulta popular en septiembre de 2007. Sin
embargo, con el apoyo del gobierno del Presidente Alan García la compañía
suscribió un acuerdo de estabilidad jurídica y está buscando por cualquier manera
abrir su mina, la cual pueda ser el inicio de un gran distrito minero por los
dos lados de la frontera Perú - Ecuador.
Un informe del Observatorio de Conflictos Mineros
en Perú de agosto de 2008, observa que hay alrededor de 300 personas
criminalizadas en Piura por su posición en contra de la minería. En un caso muy
notable, 35 están enfrentando acusaciones de terrorismo. Las acusaciones fueron
presentadas ante la Fiscalía por un grupo sobre el cual existen sospechas de
ser montado o apoyado por la compañía. Un informe elaborado por un grupo de
abogados de EEUU e Inglaterra ha concluido que aquel caso no podría ser
presentado en una corte de estos dos países desarrollados aún si el Estado
sigue con el caso en el que viola los derechos humanos de las personas
involucradas.
Necesidad
Mito #11: El desarrollo minero es progreso y la
producción campesina es retraso. Sin minas, no hay futuro, no hay machetes ni
bicicletas.
La cuestión minera es de gran importancia pública
por la destrucción que implica y por las diferencias fundamentales en las
visiones sobre el desarrollo. Las comunidades deberían tener su derecho de
autodeterminación, de participación en decisiones que afecten su medioambiente,
la salud, la autonomía alimentaria, etc., aspectos todos que puedan ser
impactados por la minería.
El mercado de los metales en gran parte es
impulsado por usos desvinculados a la vida de las comunidades. En el caso del
oro, se utilizó en un 85% para joyería. El níquel, cobalto y tungsteno son
considerados minerales estratégicos porque son utilizados por la industria
militar. “La actividad minera de gran escala es posible sólo porque está
legitimada y premiada por un marco legal colonial, el cual establece una serie
de beneficios e incentivos tributarios para las empresas mineras que discrimina
contra las actividades económicas productivas y sostenibles, que son las que
verdaderamente dirigen nuestras economías regionales.”17 (Tercer
Encuentro de Comunidades Afectadas por la Minería en Argentina. Agosto 14 de
2005. “Vienen por oro, vienen por todo.”18)
El desarrollo minero literalmente transforma de
manera radical el manejo del territorio, la biodiversidad, el agua, la
generación de energía y la sociedad. Asimismo fomenta la dependencia debido a
las relaciones clientelistas que mantiene y/o sostiene la minería de gran
escala, las cuales en muchos casos utiliza para inhibir el potencial de
construir organizaciones, procesos locales y formas de desarrollo
autodeterminadas. De hecho, según algunos investigadores, se observa que un
resultado de los procesos de lucha en contra la minería ha sido el surgimiento
de organizaciones locales, redes de apoyo y otras formas de sostenimiento que
están más cercanas a la realidad de la localidad y la gente.19
Y cuando tengan que imponer la minería, ¿podría
constituir desarrollo? Los investigadores Anthony Bebbington de Inglaterra y
María Luisa Burneo de Perú al definir desarrollo se orientan por el economista
ganador del Premio Nobel, Amartya Sen, diciendo que “el
desarrollo no se define por el crecimiento económico, sino por la expansión de
libertades y de capacidades humanas. Sen diría, entonces, que si en un proceso
de cambio social no hay mejora en la expresión de la ciudadanía, no se puede
hablar de un avance en el desarrollo…un crecimiento económico sin desarrollo…
puede, más bien, generar conflictos sociales.”
César Padilla concluye que la resistencia de las
comunidades afectadas a lo largo de América Latina es parte de un proceso
transformado por sí mismo, el cual busca otro modelo de desarrollo “que limite
la minería así como la mayoría de las industrias extractivas”.20
Resistencia
Las empresas mineras y las ONG se van después de
que se cierra la mina. Los que sufren las consecuencias son las comunidades que
quedan viviendo cerca a una mina abandonada. Debido a que los principales
afectados por la minería transnacional son comunidades locales, la estrategia
de resistencia debe enfocarse hacia ellas.
Hay una riqueza de experiencias de resistencia, que
deben evaluarse, articularse y acumularse.
Generalmente, las comunidades y los movimientos
sociales no tienen información suficiente y apropiada para actuar en
consecuencia. Hay una desarticulación entre quienes tienen conocimientos sobre
la minería y quienes viven en comunidades concesionadas o afectadas.
La minería es uno de los mejores ejemplos para
poner en evidencia los efectos negativos del modelo económico, así como la
ocupación y despojo de los territorios y sus impactos, por lo cual sirve para
movilizar en resistencia a la población general (norte, sur, ambientalistas,
sindicatos, académicos, estudiantes, inversionistas).
Estrategias posibles para la resistencia
·
Encuentro, intercambio y articulación entre
comunidades afectadas, involucradas y en resistencia.
·
Apoyo y acompañamiento de intelectuales y
analistas comprometidos con la resistencia y con el conocimiento del sector, y
profundizar el desarrollo de saberes que respalden la movilización y la
resistencia.
·
Estrategias de comunicación, concientización
y movilización (ejemplo: formación de un banco de materiales informativos sobre
la minería).
·
Montar una estrategia de denuncias sobre la
acumulación de capital y los abusos efectuados por las empresas mineras.
·
Establecer un equipo técnico-operativo de
toda la estrategia y una estructura política-organizativa que funcione
coordinada pero autónomamente. Establecer un consejo asesor que tenga un
equilibrio entre procesos comunitarios y analistas comprometidos.