Mitos y Realidades de la Minería Internacional- "2da. Entrega.
Por Jenny Moore, brillante periodista canadiense
experta en asuntos mineros.
Medio ambiente
Mito #4: La minería puede ser limpia, no contamina
el ambiente, y se puede hacer sin riesgos ambientales. Hay una solución técnica
para cada problema ambiental.
Las tecnologías que permiten la explotación de
yacimientos son altamente contaminantes y destructivas. La minería demanda
enormes cantidades de agua, que contamina permanentemente con químicos como el
cianuro. El drenaje ácidoa, y otras formas de contaminación, son
efectos comprobados y a veces comienzan después de que se retiró la empresa y
se cerró la mina. En promedio se extrae un 0,51% de cobre de la roca (antes en
Estados Unidos, a comienzos del siglo XX, era 2,5%) y 0,0001% en el caso del
oro. Por cada onza de oro producida, se genera un promedio de 79 toneladas de
desechos.
El fenómeno del drenaje ácido puede durar cientos o
miles de años, y puede ser particularmente grave cuando la explotación minera
está ubicada en zonas de nacimientos de agua o en cabeceras de cuencas.
Adicionalmente se estima que, en el caso del cobre por ejemplo, se utilizan
entre 10.000 y 30.000 litros de agua por día.7 Muchos
Estados otorgan el uso y/o control sobre el agua con las concesiones mineras
sin costo para las empresas.
Ejemplo: En El Salvador hay 29 proyectos de minería
metálica radicados en la región montañosa del norte. Los ríos que abastecen el
país vienen de aquí, y sólo el Río Lempa, por ejemplo, sirve a más de 50% de la
población de la capital, San Salvador.
En la provincia de Cabañas, en donde se encuentra
el Proyecto El Dorado, una mina de oro y plata de una superficie de 144
kilómetros cuadrados en fase de exploración por Pacific Rim Mining Corp.,
muchos habitantes se preocupan porque la mina propone consumir 30.000 litros de
agua diarios durante su existencia, dependiendo de la misma fuente de agua que
abastece a la población local sólo una vez cada semana. Actualmente el proyecto
está suspendido debido a la oposición que ha generado, hasta que el Ministerio
del Ambiente y Recursos Naturales presente un nuevo estudio sobre el proyecto,
el cual estudiará el Parlamento de El Salvador. Un Estudio de Impacto Ambiental
de dicho proyecto realizado por el ingeniero hidrológico, Robert Moran de EEUU,
concluyó que ni la población ni el Parlamento tenían suficiente información
sobre los posibles impactos sociales y ambientales del proyecto. Agregó que un
gran porcentaje de proyectos similares ha generado pasivos ambientales
negativos a través del mundo y muchas veces aparecen después que la mina se
cierra.
Bosques amenazados: Según Earthworks, 39% de los
bosques en peligro están amenazados por la minería de gran escala. Además, una
cuarta parte de los sitios catalogados como Patrimonio Global por su valor
natural, están amenazados por proyectos mineros o de hidrocarburos futuros.
Asimismo más de un cuarto de las minas activas y los sitios de exploración se
superpone con o están a 10 kilómetros de parques, reservas y otros áreas
protegidas estrictamente, según el criterio de la UICN.8
En cuanto al aire, la fundición de metales
contribuye con el 13% de las emisiones de dióxido de azufre a nivel mundial, y
consume entre el 7 y 10 por ciento de la producción de energía, principalmente
en base a carbón y petróleo.
Derechos Colectivos
Mito #5: Las empresas de exploración vienen sólo a
averiguar si hay metales. Si encuentran algo, es la comunidad local la que
decide cómo proceder.
Si una empresa de exploración (frecuentemente
llamado junior) encuentra algo, muchas veces se vende el proyecto a una
empresa más grande, con mayores recursos y capacidad operativa, que lo pueda
extraer. En 2006, tales empresas contribuyeron con más del 50% de la
exploración minera de minerales no ferrosos en el mundo, mostrando un
crecimiento de 600% en sus inversiones desde 20029, lo
cual pertenece al período reciente de boom en el mercado de metales.
Ejemplo: En Guatemala la mina Marlin fue descubierta
por Francisco Gold y desarrollada por Glamis Gold, ahora propiedad de Goldcorp
Inc., a través de su subsidiaria Montana Exploradora de Guatemala.
Los compromisos que las empresas de exploración
hacen con las comunidades no son vinculantes, ni siquiera en los casos donde
hay diálogo con las compañías grandes, las cuales también frecuentemente venden
sus proyectos.
Ejemplo: En Ecuador hay más de veinte empresas
juniors, algunas que ya tienen “alianzas estratégicas” con empresas grandes o
que ya han vendido su proyecto a una empresa más grande. Ascendant Copper
Corporation (ahora se llama Copper Mesa) tiene una alianza estratégica con Río
Tinto que garantiza a la minera inglesa comprar hasta 70% de interés en un
proyecto de Ascendant. Río Tinto realizó exploraciones en algunos lugares del
Ecuador en los años 90, pero salió del país por razones también “estratégicas”.
Esta empresa comparte información con las empresas junior.
Recientemente, Aurelian Resources, que descubrió
uno de los mayores depósitos de oro mundiales en el sur de la Amazonía
ecuatoriana, vendió su proyecto (llamado Fruta del Norte) a Kinross Gold.
La gran minería está compuesta por carteles y
consorcios que se encubren unos a otros, y hay monopolio y concentración entre
los más grandes. En octubre de 2007, Latin American Newsletter destacó
“una pirámide divina de la minería”, refiriéndose precisamente a este fenómeno
de las juniors y las empresas mineras más grandes. Basado en una
entrevista con el director de Ascendant Copper Corporation (ahora Copper Mesa
Corporation, la cual ha sido suspendida debido a la oposición en contra de su
proyecto cuprífero en la zona de Intag, al noroeste de Ecuador). Steve Vaughn,
quien lleva muchos años en la industria minera, explica que hay cuatro o cinco
compañías mineras en la cumbre de la pirámide, luego hay unas medianas, y
después cientos de pequeñas. Estas últimas “están encargadas de manejar los
procesos antes de entrar en operación, o sea de limpiar el camino antes de que
lleguen las grandes”. El autor, Luís Ángel Saavedra, concluye que las pequeñas
protegen a las más grandes de la posibilidad de llevarlas a juicio.10
Mito #6: Ningún proyecto minero se hace sin
consentimiento previo de las comunidades.
Hay innumerables estrategias de engaño, cooptación
y coerción social; son estrategias acumuladas por una larga historia de
explotación. A pesar de existir recomendaciones durante los últimos años
pidiendo que se reconozca el consentimiento de las comunidades para resolver
tales conflictos, no hay prácticas ni reglamentos establecidos. Cuando las
comunidades intentan realizar sus propias consultas populares, enfrentan mucha
presión. Además, existen estándares internacionales sobre la reubicación
forzada, que muchas veces dejan sin alternativa a las comunidades.
Ejemplo: En tres municipalidades de la parte alto
andina de Piura, Perú, a través de una consulta popular en septiembre de 2007,
el 94% de los pobladores dijeron “no” a la actividad minera. Antes del evento,
el gobierno central hizo todo lo posible para evitar la consulta y el ejercicio
democrático. Dos semanas después, el gobierno declaró 20 proyectos mineros como
prioridad nacional, dentro de los cuales estaba el proyecto minero de Río
Blanco Copper (antes Minera Majaz, de la inglesa Monterrico Metals, hoy en
manos de un consorcio chino), al que refería la consulta. Ahora hay más de 300
moradores de la zona que han participado en el frente contra la minería y
quienes están enjuiciados. El gobierno peruano ha decretado una nueva
legislación para implementar el Tratado de Libre Comercio con EEUU, legislación
que puede negar el derecho a consultar a las comunidades campesinas y pueblos
indígenas en particular.
Ejemplo: En la ciudad patagónica de Esquel, en
Argentina, más del 80 por ciento de la población rechazó el proyecto de
explotación de oro Cordón Esquel, que proponía la empresa canadiense Meridian
Gold (absorbida este año por Yamana Gold), en una consulta popular realizada el
23 de marzo de 2003. Luego de esto, la empresa declaró el proyecto “en pausa” y
aseguró públicamente que no avanzaría hasta “responder a todas las dudas de la
comunidad”. Meses después la Asamblea Local de Vecinos local difundió las
grabaciones de una reunión secreta, realizada en un lujoso hotel de Buenos
Aires, donde la empresa –con el apoyo de una consultora en comunicación y la
organización Business For Social Responsability (BSR) de Estados Unidos–
desarrollaba estrategias para “dar vuelta a la comunidad” y desarticular la
oposición social al proyecto. Seis vecinos de Esquel y dos periodistas fueron
llevados a juicio por la empresa después de la difusión de esas grabaciones.